varios ejercicios que pueden ayudar a impulsar la coordinación mano-ojo. Estos ejercicios se utilizan indistintamente, es decir, los conocimientos no son específicos del deporte. Un ejercicio básico es tomar unas cuantas bolas de colores ligeramente, como el tenis o pelotas de lacrosse, y sacar otro número o letra en cada pelota. Una pareja, predetermina el orden en el que lanzar las bolas, y el receptor tiene que identificar correctamente qué bola está siendo lanzada contra ellos. Si ningún socio está disponible, el jugador puede rebotar las bolas al azar fuera de la pared.
Más simples taladros
fisioterapeutas recomiendan el uso de un taladro que utiliza bolas de muy tamaño, como el acto de tanto lanzar y atrapar pelotas de varios tamaños requiere ajustes rápidos. Una forma de utilizar este método es tener un puesto de jugador frente a una pared cerca de seis puntos. Un compañero lanza una de las bolas sobre los hombros de los jugadores, lo que obliga al jugador a tomar decisiones rápidas para atrapar la pelota cuando rebota en la pared. La dificultad puede ser variada en este ejercicio, poniendo el jugador más cercano a la pared.
Otras sugerencias
jugadores pueden jugar con cualquier bola, ya que la mecánica de la captura de cualquier bola requiere el uso de la coordinación mano-ojo, pero otros métodos pueden ser utilizados. Algunos atletas, como el ex linebacker de la NFL Chris Spielman, jugar videojuegos como una forma de mejorar la coordinación. De acuerdo con National Geographic, un estudio universitario dirigido concluyó que los videojuegos en efecto, mejorar las habilidades de mano-ojo.
La vieja habilidad de hacer juegos malabares, o aprender a hacer malabares, también se dice para aumentar la coordinación mano-ojo y mejorar la función cerebral, un truco empleado por muchos ex porteros NHL.