Su frecuencia cardíaca normal en reposo varía en función de su edad y nivel de condición física. Mida colocando los dos primeros dedos - no el pulgar - en la muñeca o los puntos del pulso carotídeo y contar el número de latidos que siente durante el transcurso de un minuto. Para las personas sanas mayores de 10, un ritmo cardíaco promedio es de entre 60 y 100 latidos por minuto.
Cardio Rangos
A 35 años de edad deben aspirar al 111 157 latidos por minuto durante el ejercicio cardiovascular.
Al realizar ejercicio aeróbico, dos valores se utilizan para ayudar a determinar su frecuencia cardíaca ideal para garantizar un entrenamiento eficaz: la frecuencia cardíaca máxima y el rango de las frecuencias cardíacas aceptables para ser sostenido durante el ejercicio para alguien de su edad. La frecuencia cardíaca máxima se calcula restando su edad de 220. Por lo tanto, para un 35-años de edad, la frecuencia cardíaca máxima sería 220 menos 35, o 185. Según los Institutos Nacionales de Salud, una efectiva sesión de cardio se realiza de 60 a 85 por ciento de su ritmo cardíaco objetivo durante 150 a 300 minutos por semana. Durante 35 años, esto se traduce en el mantenimiento de una frecuencia cardíaca de 111-157 latidos por minuto durante una sesión de entrenamiento.
Post-Ejercicio: su mejor ritmo cardíaco debe estar cerca de lo normal dos minutos después de hacer ejercicio.
El ritmo cardíaco después del ejercicio se mide generalmente en uno o dos minutos después de que se detuvo ejercicio. Sin embargo, el ritmo cardíaco después del ejercicio no es tan valioso como saber lo rápido que su corazón vuelva a su ritmo en reposo después del ejercicio. Su ritmo cardíaco después del ejercicio debe ser lo más cerca de su frecuencia cardíaca en reposo como sea posible dentro de los dos minutos después de dejar de hacer ejercicio.
Qué importa
estudios muestran un vínculo entre el ejercicio posterior la frecuencia cardiaca y la mortalidad.
Un estudio de más de 2.000 hombres en "The American Journal of Cardiology" 2004 demostró que una menor disminución de la frecuencia cardíaca inmediatamente después del ejercicio se correlacionó con la presencia de enfermedad arterial coronaria y fue predictivo de mortalidad. Al monitorear el progreso de su condición física aeróbica, prestar atención a la vuelta de su ritmo cardíaco a la normalidad, y siempre consultar con su médico antes de iniciar o realizar un cambio en su régimen de ejercicios.