Flexiones apuntar los músculos pectorales en el pecho, y también fortalecer los hombros y los músculos de tríceps en la parte posterior de los brazos. Pullups dirigen los músculos dorsal ancho en su parte posterior, así como fortalecer los bíceps, hombros y otros músculos de la espalda. Mediante la creación de músculos más fuertes, estos y otros ejercicios de resistencia ayudan a aumentar su resistencia y hacer las tareas diarias más fáciles de realizar. Con el tiempo, también experimenta un mayor equilibrio y coordinación, lo que reduce el riesgo de caídas u otros accidentes, lo que potencialmente le ahorra de lesiones en el futuro
Bone Health
Prevención de Enfermedades
Los ejercicios de resistencia, como flexiones y dominadas ayudan a prevenir o disminuir una serie de enfermedades crónicas. Los informes del CDC que estas actividades ayudan al cuerpo a manejar mejor la glucosa en sangre, la lucha contra la diabetes tipo 2. Los ejercicios también mejoran la salud del corazón debido a un cuerpo más delgado equivale a una reducción del riesgo de enfermedad cardíaca. Si usted está deprimido, flexiones y dominadas pueden ayudar, el CDC señala que los ejercicios de entrenamiento de fuerza trabajan tanto como los medicamentos antidepresivos, aumentando el estado de ánimo, ya sea por el equilibrio de químicos en el cerebro o en la propia imagen mejora. Las personas que realizan actividades de entrenamiento de fuerza también tienden a dormir mejor por la noche, a la deriva con mayor rapidez y experimentar más profundo sueño, más reparador.
Directrices
saludable como flexiones y son dominadas, no proporcionan una completa sesión de ejercicios de entrenamiento de fuerza. Para el equilibrio, trabajar todos los grupos musculares - brazos, piernas, abdominales, espalda, pecho y caderas - con una variedad de ejercicios como sentadillas, estocadas, V-ups o rutinas de peso. Intente hacer al menos dos sesiones de entrenamiento de fuerza a la semana, lo que los músculos de un día completo de recuperación entre los entrenamientos. El entrenamiento de fuerza no proporciona un entrenamiento cardiovascular, por lo que también hay que reservar tiempo para hacer ejercicio aeróbico. Consigue 150 a 300 minutos por semana de ejercicio cardiovascular moderado como caminar rápido o andar en bicicleta en terreno llano, o 75 a 150 minutos por semana de ejercicio cardiovascular vigoroso, como correr, teniendo un efecto de clase de aeróbic o ciclismo en tierra montañosa.