1
resbalón en el zapato. Ate los cordones de los zapatos que la parte superior del zapato encaja perfectamente con el pie, pero no pone presión desagradable en el pie. Golpee suavemente la punta de su pie contra el suelo para ajustar la posición de la zapatilla en el pie.
2
Apriete la parte más ancha del zapato hasta que se sienta la presión en el pie. La parte más ancha del zapato debe albergar la planta del pie, así que ahí es donde se debe sentir la presión.
3
Mueve los dedos de los pies y gire el tobillo para asegurarse de tener la plena rango de movimiento que necesita. El calzado para correr suelen ser mucho más flexible que otros zapatos.
4
Pon tu peso en el pie con el zapato y levantar la otra pierna. El zapato debe permitir que el pie se siente equilibrada por lo que no se inclina de un modo u otro, mientras se pone de pie.
5
Póngase el segundo zapato. Camine rápidamente por la tienda y correr un poco para determinar cómo manejar los zapatos durante el ejercicio. El pie debe sentirse protegido, pero no parte de ella debe rozar contra cualquier parte del zapato.