1
Enderezar la espalda, que se extiende su cuerpo hasta la altura máxima con la columna recta cómodamente. Correr aumenta altura de la longitud de su zancada y su capacidad pulmonar, el último de los cuales es particularmente vital para alejarse corriendo. Afloje los hombros, liberando toda la tensión de los mismos. Mantenga los hombros bajos y suelto. Concéntrese en permanecer de pie, pero relajado.
2
Enfoque sus ojos en el camino por delante, manteniendo el cuello recto, pero no demasiado ajustado. Esto sitúa a la cabeza en la posición ideal, lo que lleva a un cuello y la espalda recta. Evite mirar hacia abajo ya que se corre.
3
Mantenga las caderas rectas, no inclinado o en ángulo, y levante las rodillas ligeramente cuando se ejecuta para la distancia. Evitar los ascensores hasta la rodilla utilizados por los velocistas, ya que esta forma conduce a la fatiga rápida. Tome breves pasos consistentes para conservar energía.
4
Deje que sus brazos cuelguen sueltos. Manténgalos cerca de su cuerpo y evitar el exceso de movimiento o balanceo. Mantenga las muñecas y los dedos sueltos; tensión en sus manos lleva a la tensión en su postura
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