1
Comience con ejercicios de estiramiento. Párese sobre un pie con el otro equilibrada en la parte posterior de la pata de una silla. Lentamente inclínese hacia adelante desde las caderas durante 30 segundos, no trate de tocar los dedos. Alterne las piernas para estirar ambos tendones de la corva.
2
Siéntese en una silla con una pierna enderezó y que el talón en el suelo. Doble la pierna cómodamente. Lentamente inclínese hacia adelante desde las caderas, estirando suavemente los músculos isquiotibiales durante 30 segundos. Alterne las piernas para estirar completamente los dos músculos.
3
equilibrio en el borde de una silla con los talones en el suelo. Sin moverse, tirar hacia atrás sobre los talones. Usted deberá sentir el tirón en los isquiotibiales. Lentamente cuente hasta diez. Relájese y cuente hasta tres. Repita diez veces.
4
Acuéstese boca abajo con su pie izquierdo en la parte posterior del talón derecho. Poco a poco elevar el talón derecho hacia las nalgas, mientras empuja lejos con su pierna izquierda. Cuenta hasta diez, mientras que tirar y empujar. Relájese y cuente hasta tres. Repita diez veces con cada pierna.
5
caminar hacia atrás para ayudar a fortalecer los músculos isquiotibiales. Esto redistribuye su peso y ayuda a eliminar la tensión en sus rodillas.