1
Asegúrese de que usted no tiene ninguna lesión grave en la rodilla. Esto suena obvio, pero en realidad se puede lesionar los ligamentos de la rodilla sin saberlo. Si su rodilla se siente como que va a dar a conocer o si tiene movilidad muy limitada en el conjunto, tener un médico que visita.
2
Fortalecer los cuádriceps. Las extensiones de piernas y sentadillas son las mejores maneras de hacer que estos músculos de suma importancia más fuerte.
3
Aumentar la fuerza de los músculos isquiotibiales. Muchas personas se olvidan de dirigir sus isquiotibiales durante su sesión de entrenamiento con pesas, lo que crea un desequilibrio de fuerza entre ellos y sus quads. Se pone en cuclillas, aumentos de glúteos, jamón y rizos isquiotibiales son la mejor manera de hacer esto.
4
Pasa tiempo en mejorar su técnica deportiva. Aprender a correr, saltar, mezclar y girar correctamente hace que sea más fácil para las rodillas para manejar el estrés que experimentan durante el ejercicio y la competencia.
5
Use una tabla de equilibrio para mejorar el conocimiento del cuerpo y la propiocepción. Diversos estudios han demostrado el entrenamiento del equilibrio para ser una medida eficaz contra desgarros del LCA y otras lesiones de rodilla.
6
Asegúrese de que sus cuádriceps, isquiotibiales y gemelos son razonablemente flexible. Usted no tiene que ser capaz de hacer las divisiones (de hecho, un exceso de flexibilidad puede hacer que sus rodillas inestable), pero sus músculos de la pierna debe ser lo suficientemente floja como para darle un rango completo de movimiento en su deporte.